–Luis, no las tales-
Me dirijo a ti convencido de que tú tampoco podrías recordar tu juventud sin una avenida de la Constitución abrazada por la sombra de sus veintitrés enormes melias. Unos árboles tan arraigados a la ciudad que llevan treinta años haciendo de este paseo uno de los menos calurosos y de los más entrañables en la memoria de los alicantinos y las alicantinas.
Y es que es un hecho que estas melias forman parte de la identidad de la ciudad y que absolutamente nadie, alcalde, se ha manifestado a favor de su eliminación como promueves estos días. Por el contrario, tu planteamiento ha logrado la unánime oposición de nada menos que cuarenta y tres colectivos, la Generalitat, la Universidad de Alicante y más de siete mil alicantinos y alicantinas que no salen de su asombro ante la sordera institucional de su alcalde.
Gente que, en muchos casos, transmiten decepcionados haber confiado antes en ti. Que no entienden la frivolidad con la que te deshaces ahora de sus árboles maduros porque antes de iniciar allí tus obras, la buena salud de las melias ya nos adelantaba que tu única motivación para talarlas era meramente estética, como al fin reconoció tu portavoz el pasado 31 de enero. Día del árbol, por cierto, aunque el Ayuntamiento de Alicante fuese el único en obviarlo.
Desde el comienzo de la obra has obligado a estas melias a demostrarte día tras día que son más robustas que las mentiras vertidas para eliminarlas, sobreviviendo tanto a la ausencia prolongada de riego como a los importantes daños causados en sus raíces por las excavaciones de la obra. Por eso, Luis, que ahora y en estas condiciones disfraces su tala como un ‘traslado a un lugar mejor’ no resulta ser más que una infantilización perversa del atroz final que espera a estos árboles. Allí donde vayan estarán peor si es que alguno logra sobrevivir a este traslado fallido, porque trasplantar sin apenas extraer una raíz ya deteriorada por tu abandono, como vas a hacer, es talar. Y Alicante no merece que su alcalde use eufemismos baratos para esconder este tipo de errores al mismo tiempo que trata de hacernos creer que su peatonalización promueve un centro-ciudad más verde. La transición ecológica de las ciudades pasa por sumar árboles y garantizar su conservación, no por eliminarlos y pagar los 600 euros al año del Pacto de Ciudades por el Clima.
Sin duda estamos viviendo los veranos más calurosos nunca registrados y es por ello que la Estrategia Nacional de Infraestructura Verde y la Estrategia Valenciana de Cambio Climático señalaron la importancia de integrar el arbolado prexistente en cualquier actuación, porque es vital que conservemos estos refugios con los que combatir unos golpes de calor que cuestan vidas cada vez con más frecuencia.
Si das marcha atrás y escuchas la tristeza de la ciudadanía, acertarás. Alicante necesita un Pacto municipal para la conservación de nuestros árboles maduros que incluya una solución definitiva para integrar las melias en su emplazamiento actual. Y si la propuesta quiere partir de alcaldía, será respaldada por los socialistas porque si renunciamos al valor de la rectificación le estaremos quitando dignidad a la política y Luis, todo el mundo pide que rectifiques.
https://www.informacion.es/opinion/2023/02/02/carta-abierta-alcalde-alicante-82311774.html