El portavoz socialista, Paco Sanguino, ha acusado al alcalde Luis Barcala de desconocer el Reglamento Orgánico del Pleno (ROP) al desviar la responsabilidad de lo sucedido, con la transformación de mociones socialistas en declaraciones institucionales en el Libro de Pleno, en el secretario municipal.
El líder socialista ha recordado que el artículo 60 expresa que el Secretario General del Pleno asesora en la fijación del orden del día, el orden de los debates y la correcta celebración de las votaciones, así como la colaboración en el normal desarrollo del Pleno y de las Comisiones. Por otro lado, el artículo el artículo 80 expresa claramente -y esto es lo más grave- que “el orden del día de las sesiones será fijado por el presidente, asistido por el secretario general del pleno, y oída la Junta de Portavoces, conforme se establece en este Reglamento”.
Sanguino lamenta que haya tenido que recordarle la existencia de estos dos artículos meridianamente claros a la Sra. De España y al Sr. Barcala, que se han pasado la semana menospreciando e insultando al GMS y a su portavoz, incluso considerándolo de falto de entendimiento en el propio pleno, cuando son ellos los que deberían conocer estos dos artículos.
“Sinceramente, no puedo comprender que todo un alcalde desconozca dos simples puntos del Reglamento y hayamos tenido que terminar recordándoselos, solo queda sospechar que se trata de un encubrimiento de este conocimiento. No creo que este alcalde sea un ignorante, pero la alternativa a ello es que es un maquinador, un oportunista y un perdonavidas, y eso no me lo puedo permitir pensar. El propio Barcala puede elegir cuál de las dos opciones prefiere porque no hay más”.
Por último, “es triste que estemos normalizando la actitud grosera y de todo un alcalde de Alicante, poniendo en boca de la Sra. De España lo que ella desconoce o saliendo o escondiéndose tras ella en función de cómo le vayan las cosas. Barcala debería empezar a bajar los niveles de soberbia y falsedad y aumentar los de veracidad y comportamiento democrático no solo con nuestro grupo, sino con todos los grupos municipales o finalmente se quedará solo. Igual es lo que pretende”.
Esto significa que quién decidió incorporar las iniciativas alteradas a partir de las mociones registradas por el GMS (este grupo nunca registró declaración institucional alguna) fue el alcalde, y con ellas firmó un decreto, lo que le responsabiliza de no haber asegurado la correcta incorporación de las iniciativas y su vigilancia en que ninguna de estas hubieran sufrido enmiendas o alteraciones que corrompieran el Libro Oficial del Pleno.
“Nos parece de una irresponsabilidad supina que el alcalde haya expuesto publicamente al secretario escudándose tras él cuando el único responsable de lo sucedido es el alcalde.»
Por otro lado, el alcalde incurre en un acto más grave aún, ya que instó al portavoz socialista a retirar alguna de sus tres iniciativas (por superar el máximo) con el fin de permitir una comisión de investigación sobre la alteración de nuestras iniciativas, porque no existe original alguno de esas declaraciones institucionales en el Registro, sino de mociones. “Ahora es cuando habremos de tratar las consecuencias de no permitirnos una moción de urgencia por motivos inexistentes”, ha subrayado el portavoz socialista.
Negar el debate
Para Sanguino, el alcalde no quería ningún debate, y lo único que ha hecho “es involucrar en sus decisiones a trabajadores municipales sin acogerse a ningún artículo del Reglamento, lo que nos llevó a anunciar la decisión de impugnar el pleno durante la propia sesión. Y no solo porque se hayan modificado sin nuestro consentimiento nuestras iniciativas (recordemos que son documentos oficiales inviolables), sino también por la decisión “in situ” del alcalde a impedir una moción de urgencia por motivos absolutamente injustificados y fuera del orden reglamentario y quién sabe si legal”.
En estos momentos, el GMS continúa trabajando en las consecuencias de las decisiones del Presidente del Pleno y a la espera de que la Sindicatura admita su queja por el impedimento del libre ejercicio democrático para nuestro grupo político. “Es un asunto que sobrepasa el derecho de un solo grupo, el GMS, se trata del derecho de cualquier grupo político municipal presente y futuro que quiera llevar a pleno las peticiones y necesidades de todos los vecinos de Alicante en forma de mociones, dado que la moción es la única iniciativa que garantiza tras su aprobación la obligatoriedad del cumplimiento por parte del equipo de gobierno”.