El alcalde de Alicante publicitó hace ya seis meses el cambio de empresa de limpieza viaria y sin embargo, hoy seguimos sin conocer detalles de cuándo se podrá poner en marcha el nuevo servicio. La situación de incertidumbre de los contratos relacionados con la limpieza ponen en serio riesgo de colapso a este servicio de cara a septiembre de 2023, fecha en la que está previsto el vencimiento de la prórroga. Una situación que deja en el limbo también la parte del contrato prorrogado que afecta a la gestión del vertedero y de la planta de reciclaje que el PP aún ni siquiera ha sido capaz de licitar por no cumplir en sus proyectos con las exigencias europeas de recuperación de residuos, algo de lo que ya advirtió el grupo municipal socialista en el momento de su publicación.
Los socialistas exigen que se aclare la situación precaria del servicio y que Barcala haga públicas las auditorías encargadas el pasado mes de julio a BRAINSTORMING AUDIT. S.L.P., con el objeto de conocer la situación del contrato de limpieza en los años 2019, 2020, 2021 y 2022 antes de que se produzca cualquier cambio de empresa.
El portavoz socialista, Miguel Millana, ha asegurado que «Barcala ha necesitado cuatro años de desaciertos con la limpieza para acabar el mandato con un Plan de Residuos que no cumple la Ley, un contrato de limpieza y recogida que se vuelve a retrasar y un vertedero colapsado que sigue sin saber de su futuro. Alicante no puede permitirse seguir con esta desastrosa gestión del servicio de limpieza que no ha tenido ningún control municipal estos últimos años».
Los socialistas insisten en que las cuentas de los años 2019, 2020 y 2021 deberían conocerse antes de estudiar cualquier devolución de la garantía del contrato. El concejal socialista Raúl Ruiz afirma que «seguimos con el contrato de 2012 prorrogado, la mitad del contrato correspondiente al vertedero paralizado por incumplir normas medioambientales y la otra mitad que corresponde a la limpieza viaria ni siquiera saben cuándo podrán ponerlo en marcha. Un desastre. Es indudable que Barcala termina el mandato con más caos en la limpieza que cuando empezó pero lo más preocupante es que en todos estos años no ha hecho nada por fiscalizar el servicio, sólo ha sabido esconder su basura bajo la alfombra negando a la ciudadanía la transparencia que se espera de un contrato que ha costado tantos cientos de millones de euros a Alicante. Deben hacer públicas las auditorías económicas de los años anteriores para saber porqué Barcala se ha cansado de ampliar la dotación económica del contrato de 2012 mientras tiene Alicante más sucia que nunca».
La actual prestataria del servicio debe aún responder de las inversiones no ejecutadas y ya pagadas por el Ayuntamiento de Alicante. Sin ir más lejos, el parque móvil de limpieza que pretendían instalar en Playa de San Juan, junto a la torre del Ciprés, está valorada en más de un millón de euros que desde alcaldía todavía no han aclarado aún cómo liquidarán. La auditoría debe dar a conocer los detalles de esta y otras cuestiones fundamentales, como son las cesiones aún pendientes de solares del vertedero, el índice de absemtimo o el estado de los vehículos y maquinaria que hereda el contrato.
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